La semana ha sido intensa desde el punto de vista de actualidad educativa. Comenzaba con el Encuentro de Escuelas Católicas en el que estaba invitada la ministra de educación en funciones, Isabel Celaá. Una intervención ante dos mil asistentes, éntrelos que se encontraban los máximos responsables de la educación católica en España, en la que la ministra suscitó la polémica al negar que en la Constitución se recogiese el derecho a que los padres pudiesen decidir el centro y la educación de sus hijos.
El murmullo que se oyó en la sala solo era el anticipo de la marejada que se levantaría durante toda la semana en medios de comunicación, redes sociales y conversaciones entre padres y profesores. Una alarma justificada, pues con esa intervención la ministra de cultura daba a entender por dónde irían las líneas de actuación del Gobierno que se está fraguando entre el Partido Socialista y Unidas Podemos. Nadie puede olvidar el horizonte que tienen marcado de conseguir una escuela única, pública y laica. Y la señora Celaá parecía querer lanzar un mensaje al mencionarlo en este foro tan señalado.
Con ello estaba el ambiente caldeado para el Congreso de Católicos y Vida Pública que abordaba en la edición de este año, precisamente el tema de la libertad educativa. Ya desde la sesión inaugural el tema estuvo sobre la mesa y los distintos partidos políticos pudieron
plantear en este foro su visión contraria a las palabras de la ministra. Rocío Monasterio, por VOX denunciaba que ‘la idea de la izquierda de la educación es una herramienta para adoctrinar’. Y Marta Martín de Ciudadanos y Rocío Albert del Partido Popular, apuntalaban
también la opción de respetar el derecho de los padres a elegir el modelo de educación que quieren para sus hijos. Fernando Gurrea del Partido Socialista tuvo que matizar las afirmaciones de la ministra, que según él han sido malinterpretadas, para decir que ‘nadie
discute el derecho de los padres para elegir la enseñanza religiosa acorde a sus convicciones’. Sin duda se promete un curso caliente en educación, y muchos ciudadanos ya están alerta a lo que pueda ocurrir.